Estos son algunos factores de riesgo que podrían generar una pérdida auditiva y que quizás no conoces
Perder el sentido de la audición no es solamente un fenómeno que ocurre a medida que vas envejeciendo, sino que también hay muchos factores que pueden ponerte en riesgo de perder la audición. Muchos de esos factores son tan comunes que probablemente no sabías que estabas en riesgo, en este artículo que traemos junto a 2x3.cl te damos algunos ejemplos de esos factores.
1. Condiciones relacionadas a la sangre
La diabetes tipo 1 y 2, la presión arterial alta y el colesterol alto afectan a casi todas las células del cuerpo, incluidos los oídos. Las vibraciones de pequeñas células ciliadas en los oídos envían mensajes a tu cerebro sobre lo que está escuchando, pero estas células necesitan un flujo sanguíneo adecuado ya que son alimentadas con nutrientes que viajan a través de pequeños capilares. Si hay algún problema con el flujo sanguíneo, no va a hacer crecer esas células. Los diabéticos, por ejemplo, tienen el doble de probabilidades de experimentar pérdida de audición que el resto de la población.
2. Secador de cabello
Un secador de pelo cerca de tu cabeza podría emitir 85 o más decibeles de ruido, el punto es que eso podría ponerte en riesgo de perder la audición. Probablemente tengas que secarte el cabello durante ocho horas seguidas antes de que cause algún daño, pero esa parte ruidosa de tu régimen de belleza podría acumularse con el tiempo y, mientras más uses el secador de cabello, será más probable que tengas daños.
3. Música con volumen alto
El zumbido de tus oídos después de un concierto ruidoso es una señal segura de que la música era demasiado ruidosa, pero los shows en vivo no son el único culpable. Incluso las canciones que escuchas a través de tus auriculares pueden dañar a tus oídos; de hecho, los intrauriculares suelen hacer más daño que los supraaurales porque se introducen dentro del canal auditivo. Además, si subes el volumen para dejar de escuchar el ruido a tu alrededor, las cosas se ponen aún más riesgosas. Mantenerte con un volumen igual o inferior al 60% mantendrá el sonido en un nivel seguro y, si no puedes escuchar a ese volumen, compra unos auriculares con supresión de sonido para reducir el ruido exterior.
4. Tus viajes por la ciudad
El transporte público puede ser ruidoso y, sentarse en un metro durante media hora desde y hacia el trabajo, podría acumularse con el tiempo y lastimar tus oídos. Además, la sirena de un vehículo de emergencia que pasa por la calle podría ser lo suficientemente fuerte como para causar algún daño, así que es buena idea cubrir tus oídos.
5. Clases de ejercicio
La música que suena en tu clase de entrenamiento grupal puede ayudarte a superar tu sesión de ejercicios, pero puede estar maltratando tus oídos. Si sales de las clases de spinning y te zumban los oídos, eso es una indicación de que puedes haberte hecho daño. Descarga en el teléfono una aplicación para medir el nivel de sonido a tu alrededor durante todo el día, especialmente en lugares ruidosos como el gimnasio. Nadie te está diciendo que dejes de hacer ejercicio, pero considera usar protección auditiva si en tu gimnasio hay mucho ruido.